Seminario 16 y 17 de Abril en Chascomús
La creatividad está vista como un factor determinante para el desarrollo actual. En el pasado el éxito económico de un territorio dependía de la dotación de recursos naturales o infraestructura, pero con las ventajas naturales son dados y limitados y la infraestructura pierde su peso relativo cuando avanza de forma generalizada. Así se identificó la presencia de gente creativa e innovadora, capaz de generar nuevo crecimiento a través la invención y recombinación como factor crítico de éxito de una ciudad o una región.
Richard Florida (2009) habla de la “clase creativa”, es decir, de unos “bohemios de punta” compuesto por trabajadores de nuevos tecnologías, artistas, músicos y otra gente diferente e innovadora, los cuales se concentran en ciertas grandes metrópolis del mundo. Él postula que la clase creativa fomenta un entorno personal y profesional abierto y dinámico. Este entorno, a su vez, atrae a más gente creativa, así como a empresas y capital. Finalmente crea la gente creativa ventajas competitivas y prosperidad a largo plazo.
Frente a estos polos de atracción las ciudades rurales suelen tener la desventaja que sus jóvenes dotados y creativos suelen buscar su futuro lejos de su localidad natal. Esta fuga de cerebros es un gran reto para los territorios rurales, porque estos flujos contienen el riesgo de cementar la desconexión con el desarrollo económico. No obstante, hay varios ejemplos de ciudades rurales que enfrentaron este reto y realizaron estrategias exitosas no solamente de frenar la fuga de los cerebros sino atraer nueva gente creativa.
Kim Huston (2011) explica en su libro “Small Town Sexy” cómo pequeñas ciudades se hacen atractivas para jóvenes y creativos aprovechando sus diferencias a ciudades grandes. Allí la gente encuentra un entrono más tranquilo, cercanía a la naturaleza y costos de vida más económicos un estilo de vida más lento y comunitario. A la vez es importante que estos lugares ofrezcan también buenas instituciones educativas, una oferta cultural y comercial atractiva.
La difusión del Internet en todo el mundo beneficiar sin duda las ciudades rurales. Dotado con una computadora y una conexión de banda ancha de puede conectarse de cualquier lugar alejado con los conocimientos más avanzados y sus protagonistas. Claro que la infraestructura informática no es todo y queda el reto en muchas ciudades rurales de aprovecharla más.
Florida enfatiza el factor de la tolerancia. Una ciudad va poder contener y atraer gente verdaderamente creativa cuando acepte diferentes formas y expresiones de vida. Personas presuntamente “diferentes”, por ejemplo homosexuales o inmigrantes, prefieren muchas veces la grandes ciudades por su mayor grado de tolerancia, anonimidad y también por la posibilidad de encontrar a pares. Allí las ciudades rurales requieren un esfuerzo adicional de apertura e integración para poder beneficiarse de una diversidad de talentos.
En suma, ciudades rurales tienen desventajas estructurales frente a las grandes metrópolis de atraer la gente más creativa. No es recomendable de intentar competir con las mismas formas y estrategias con las ciudades grandes, sino cabe buscar atractivos diferenciales y únicos. Si no es posible atraer los verdaderos bohemios creativos a la pequeña ciudad rural, pueden atraer otros talentos los cuales ponderan más las ventajas de unos lugares más tranquilos, con comunidad, naturaleza y precios accesibles. En este caso se trata también conjugar los talentos que su interacción cree verdaderas innovaciones y prosperidad local.
Bibliografía:
Florida, R. (2009). Las ciudades creativas: Por que donde vives puede ser la decision mas importante de tu vida, Paidos Iberica Ediciones SA.
Huston, K. (2011). Bigger Is Not Always Better: Bardstown, Kentucky,Rural Research Report.